Llevo ya
mucho tiempo caminando y no sé porqué me da que me he perdido, tengo sed y
hambre, aparte de que llevo un rato con la sensación de que alguien me
persigue. Desde que me marché de la sala de las jaulas no he parado de darle
vueltas a lo de Jalso y Lume y también a lo de que soy una ´´princesa`` o por
lo menos, eso es lo que la señorita zorrilla me ha dicho. Lloro, me dejo llevar
por la rabia y entonces me pasa algo que solo me había ocurrido una o dos veces
en toda mi vida, algo a lo que yo llamo… El Huracán Samara.
Me dejo
llevar por la rabia y no por el sentido común, me sitúo frente a un árbol, le
arranco una rama y empiezo a pegar con todas mis fuerzas al tronco, un astilla
me salta a la cara y se me clava en una mejilla, y haciendo caso omiso al
dolor, me la arranco de cuajo y me la inserto con fuerza en mi mano, la sangre
empieza a brotar enseguida y de continuo, no para de salir de dentro de mi
piel, me estoy muriendo de dolor, pero me da todo igual, absolutamente todo, no
hay cosa posible para pararme, sigo golpeando fuertemente al árbol mientras no
paro de sangrar, grito, me desahogo…
-¡HAAAAAAAAAAAAAAAAA!-
sigo gritando. Otra astilla salta disparada y en esta ocasión me alcanza en el
brazo derecho, me la vuelvo a arrancar y esta vez me la inserto en la pierna
izquierda, me dispongo a seguir dándole a la rama cuando…
-¡PARA!- me
grita una persona que no le puedo ver pero que su voz me resulta familiar
-¿Quién
eres?
Por un
momento se me pasa por la cabeza que pueda ser Jalso, y sin saber porque una
inmensa alegría me inunda por dentro, sin embargo quedo decepcionada cuando
aparece, en vez de Jalso, Kozy.
-¿Pero qué
hacer tu aquí?- le espeto nada más verlo
-He oído un
ruido y vine a ver qué pasaba
-Pues nada,
yo…
-Ya lo sé,
pero… ¡¿Qué demonios te ha pasado?!- me pregunta alzando la voz cuando me
descubre las demás heridas
-Nada, que…
-¿Quién te
las ha hecho?- me interrumpe
-Nadie, he
sido yo
-¿Por qué?
-No lo sé,
solo me ha pasado dos veces en toda mi vida, suele ser cuando me enfado
muchísimo, me descontrolo y me hiero a mi misma
-¿Y por qué
te has hecho eso?
-No sé, es
que…
-Has
descubierto porque Jalso no nos gustaba ¿verdad?- me vuelve a cortar
-Si…- mi voz
es casi un susurro cuando le contesto
-¿Qué te
pasó?
Le relato
toda la historia a Kozy cuando de repente, oímos un ruido detrás de nosotros,
nos giramos a la velocidad de la luz, justo en el momento en que una sombra se
desliza entre los árboles, no dudo en levantarme y correr detrás de ella, Kozy
grita mi nombre, pero no le hago caso, sigo corriendo, pero la silueta
misteriosa va mucho más rápido que yo y la estoy empezando a perder, justo
cuando estoy a punto de frenar, la sombra se para en seco y se empieza a girar.
NO, no puede ser, es imposible, sin embargo…
-¡Jalso!
-Sí, y
siento haberte seguido, pero tengo que…
-Ya te dije
que no quiero volver a verte
-Ya lo sé,
pero…
-¡Cállate!
-Pero
Samara…
-Ni Samara
ni hostias, que me dejes
-Vale, pero
antes de irme… ¿Te puedo hacer una pregunta?
-Ya te he
dicho que…
-Por favor
-De acuerdo,
¿qué quieres?
En ese
momento Jalso me mira a los ojos y se me acerca un paso, una imagen fugaz pasa
por mi cabeza: cuando me besé con él la primera razón, e instintivamente le
cojo de las manos, el me mira más intensamente y me susurra:
-¿Puedo
besarte?
-Si…- esa es
la palabra que sale de mi boca como un murmullo
Jalso no se
hace de rogar y, lentamente se va acercando, más, más, cada vez más cerca,
inclina la cabeza hacia un lado y yo hacia el otro, me coge de la cintura y yo
le rodeo el cuello con mis brazos, abre ligeramente su boca e, inesperadamente,
baja sus manos hasta mi trasero, gimo ligeramente y le aprieto más con mis
manos, y él junta sus labio con los míos, le correspondo al beso, y cuál es mi
sorpresa cuando por el rabillo del ojo veo a Lume entre unos arbustos espiando,
por lo que no dudo en abrir más la boca, y, para sorpresa de los dos,
introduzco mi lengua en la boca de Jalso, él se sorprende, por lo que abre
mucho los ojos y tras mirarme un segundo, hace lo mismo.
Cuando nos
separamos me doy cuenta de que tengo mucho calor, a Jalso le debe de pasar lo
mismo, porque tiene las mejillas bastante sonrojadas, y Lume… bueno, se acerca
con los ojos como platos, se planta delante de Jalso y… ¡PLAFFFFF! Le da una
bofetada en toda la cara, él se la frota y con una sonrisa en la cara le suelta
muy tranquilo:
-¿Ves cómo
de decía la verdad?
-¡¡¡Eres un
idiota!!!
-Ya lo sé,
pero ya te dije que te olvidases de mí, que a quien quiero es a Samara
-¿Lo dices
en serio?-le pregunto lentamente y en voz baja
-Sí, ya te
lo dije y te lo vuelvo a repetir, te quiero Samara, a ti y a nadie más
Sonrío por
no llorar de emoción, sin embargo, no puedo evitar que una lágrima se me
derrame, Jalso me mira y, con delicadeza me la seca, yo le miro a su vez y le
vuelvo a besar, pero esta vez es un beso rápido, como agradecimiento, el me
devuelve el beso, y, mientras, totalmente humillada, Lume se aleja, nos grita:
-¡No os
atragantéis!
Los dos nos
reímos y le respondemos un ´´Tranquila, sabemos primeros auxilios``, nos
miramos y nos reímos más todavía, me abrazo a él con fuerza y entonces es
cuando caigo en la cuenta:
-¡Tenemos
que buscar a Kozy!
-¡Es verdad!
Volvemos a
donde estaba yo antes, pero no nos hace falta llegar hasta allí, porque nos
encontramos a Kozy primero, que al vernos cogidos de la mano y juntos non
pregunta con cara de asombro:
-¿Pero que
me he perdido?
Nos reímos
una vez más y le explicamos lo sucedido, nos mira con cara rara cuando acabamos
y nos salta:
-Estáis
locos
Nos volvemos
a reír, pero esta vez, Kozy se une a nosotros. Cuando acabamos de reírnos y
nuestra respiración vuelve a la normalidad, Jalso pregunta:
-¿Y ahora a
donde vamos?
-Podemos ir
a la cueva- le responde Kozy
-¡Buena
idea!- comento
Nos ponemos
en marcha, caminando por el bosque, tengo un extraña sensación, pero me gusta,
me tranquiliza andar entre los árboles, y de repente, me acuerdo de cuando me
adentré en el bosque por primera vez, lo bien y segura que me había encontrado,
me doy cuenta de que me estoy quedando atrás y corro ligeramente para alcanzar
a Jalso, que está por detrás de Kozy, él se gira cuando llego, me sonríe e
inmediatamente me coge la mano con delicadeza, entrelazando sus dedos con los
míos, yo le correspondo apretando su mano ligeramente y acercándome más a él,
me pasa la mano por encima de los hombros y coge de la cintura, en ese
instante, una oleada de pasión me inunda por dentro, le quito rápidamente la
mano de mis hombros y me giro para besarlo, él no se lo espera, por lo que se
queda un poco sorprendido, sin embargo no tarda en responder a mi beso con
mayor intensidad que yo, me pego a él y le empiezo a levantar la camiseta y sus
manos llegan hasta los botones de mi pantalón, me estremezco entera y mi lengua
entra en la boca de Jalso, se le nota excitado, él me imita, me está a punto de
acabar de desabrocharme los pantalones y…
-Ejem- suena
la voz de Kozy
Inmediatamente
nos separamos y no colocamos bien la ropa, azorados por lo que Kozy ha visto y
yo un poco asustada por lo que acaba de pasar, de repente una pregunta agita mi
mente: ´´ ¿Qué hubiese pasado si no llega a estar Kozy? ¿Lo hubiésemos hecho
allí mismo?`` Miro a los dos con
nerviosismo y pregunto:
-Bueno, ¿y
la cueva?
-Detrás de
estos arbustos-me contesta Kozy sin mirarme a los ojos
Seguimos
caminando, pero esta vez voy al lado de Kozy, pasamos los arbustos y se ve la
cueva, me adelanto y entro, pero está desierta, me giro hacia los dos chicos,
pero ellos también deben de estar sorprendidos, porque se les ve buscando con
la mirada a los demás, sin embargo, en una fracción de segundo, Kozy levanta
las cejas y sonríe ligeramente como si supiese donde estaban, por lo que le
pregunto, curiosa:
-No lo sé-me
responde, sigue sin mirarme a los ojos, por lo que no puedo evitar decirle:
-Estas
mintiendo-Jalso me advierte con la mirada que no siga, pero no le hago caso-si
no lo hicieses me mirarías a los ojos, y sé que algo pasa, no soy idiota,
primero Shumo, luego Lume, después mi hermano, que se comportó de una forma muy
extraña y me sorprendió que en la torre no lo capturasen, porque…-entonces me
doy cuenta, se me quiebra la voz y no puedo continuar
-Samara, no
te lo dijimos porque no vimos el momento adecuado-me susurra Kozy
-Entonces es
verdad…
-Si-afirma Jalso-tu
hermano es un traidor
Los miro a
los ojos esperanzada de que en cualquier momento se echen a reír, me digan que
es una broma y Mark salga de algún sitio y me abrace, pero no ocurre, siento un
gran peso encima, de repente mis piernas me fallan y me encuentro de rodillas
en el suelo con la cabeza enterrada entre mis manos, se me contraen los hombros
y lloro en silencio mientras uno de los dos, no sé quien ni me molesto en
averiguarlo me rodea con sus brazos y me abraza fuerte, apoyo mi cabeza en su hombro
y sigo llorando amargamente, y entre sollozos y sollozos consigo preguntar:
-¿Y… y,
enton… entonces los de… de… demás?
-Han ido a
capturarle- me susurra Kozy, que resulta ser quien me tiene abrazado, se separa
de mí y me mira a los ojos- pero no le harán daño, lo traerán hasta aquí e
intentaremos hablar con él
Me tomo un
tiempo para dejar de llorar, respiro profundamente una o dos veces y ya algo
más calmada pregunto:
-¿Y si no
entra en razón?
-Pues… nada,
lo dejaremos marchar
-Dile la
verdad- comenta Jalso fríamente
-¿En serio
hace falta?
-Se lo
merece, ya que le contamos parte de la verdad, no te calles el resto
-Dímelo
Kozy- le suplico
-¿En serio
quieres saberlo?
-Si
-Bien, pues
si no entra en razón, le mataremos
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