Mi reloj de
pulsera marca las siete y diez de la mañana, me he pasado toda la noche
hablando con mi hermano, aunque él no sabe más que yo, es decir, no tenemos ni
idea de lo que pasa, a los dos nos han dicho que seremos de gran ayuda en un
proyecto o algo así.
-Vosotros
dos, arriba- dice la voz inconfundible de Jalso- Shumo te ha decidido ver
ahora, así que intenta no insultarle otra vez, o tu vida no tendrá la misma
surte que ayer-me dice mirándome a los ojos.
Me agarra
por un brazo y está dispuesto a llevarme a ver a Shumo otra vez cuando mi
hermano se levanta, le lanza a Jalso una mirada desafiante, y con la mayor
frialdad y sequedad que he visto en mi vida le dice:
-Suéltala
-¿Por qué
tendría que hacerlo? ¿Crees que con tu espada de juguete y tus movimientos
estúpidos de esgrima podrás hacer algo?
- ¿De qué
habla, Mark?- le digo con desconfianza
-¿No te lo
ha contado?- me dice- pues al final no es un hermano tan perfecto, es increíble
que no te haya comentado nada aún sabiendo que tu vida peligraba.
-¿Qué?
-No pasa
nada Samara, no es algo de lo que debes preocuparte ahora- me dice Mark
mientras disimuladamente se lleva la mano a la espalda
-¿Cómo que
no…?
-¡TE
MATARE!- exclama mi hermano mientras algo en la mano le reluce por la luz del
día.
Todo sucede
muy rápido, Mark se abalanza sobre Jalso y él saca su espada y de un golpe seco
lanza volando lo que mi hermano tenía en su mano y aterriza en mis pies, me
quedo aterrorizada al darme cuenta que es un puñal manchado de sangre, no soy
capaz de apartar la vista de él hasta que Mark emite un agudo grito y se cae al
suelo, pienso que Jalso lo ha matado, y por eso no me lo pienso a la hora de
coger el puñal y tirarme a Jalso, lo pillo desprevenido porque consigo
clavárselo en una pierna, él se pega a
la pared y se deja deslizar al suelo lentamente mientras se apretaba la herida
para que no le sangrase más, me dirige una larga mirada y su voz apenas es un susurro
cuando me dice:
-Aunque no
hayas recibido entrenamiento previo, serás una de ellos, aunque en un combate
frente a frente tendrás que practicar mucho para poder tener una mínima
posibilidad de vencerme, y ahora, con Shumo.
-¡NO!- grito
aferrándome al cuerpo de Mark- no lo dejaré aquí tirado, si haces algo para que
no le duela ni se muera, iré siempre que Shumo te lo pida.
-Eres tonta,
aunque lo deje morir aquí, tendrás que venir igualmente, aunque sea herida, si
lo curo es para no buscarme un problema con Shumo por haberle hecho daño, si es
por su vida, no te preocupes, sobrevivirá, y ahora, con Shumo- me repite
No tengo más
remedio que hacerle caso, me pongo recta, y subo las escaleras mientras me fijo
por primera vez en los otros prisioneros, que también son personas, algunas
heridas, otras ya muertas… me obligo a apartar la mirada porque mi estomago se
está revolviendo, siento un ruido seco, me giro, y veo a Jalso inconsciente en
las escaleras y a una chica de unos 12 ó 13 años con una espada en su mano,
acto seguido, aparece otra persona, resulta ser un chico de unos 13 años
también, que me tiende amablemente la mano mientras la chica coge a Mark.
Yo no suelo
ser muy confiada, pero sé que irme con ellos es la mejor opción que tengo, le
tiendo al chico simpático mi mano y, de repente, todo empieza a darme vueltas y
las celdas que tenía alrededor se difuminan y empiezan a desaparecer a mi
alrededor. Pasado un rato, vuelvo a verlo todo mejor, solo que ya no estoy en
el mismo sitio de antes, ahora estoy en una especie de cueva con un fuego
encendido.
La chica me
mira y me dice:
-Hola, me
llamo Dina y este es Kozy- me dice refiriéndose al chico simpático- seguro que
tienes muchas preguntas que hacer, pero es una historia muy larga, que ahora
mismo no procede contarte, quizás más tarde, y tu-dice mirando fijamente a
Mark- me suenas de algo.
-¿Yo?, no,
yo a ti no te conozco, nunca te había visto
-Pues yo sé
quién eres- dice Kozy
-No, no lo
sabes- dice mi hermano algo nervioso
-Sí, claro
que lo sé, eres ese famoso Espadachín, aquel que dejó de servir a la agencia
por culpa de una misteriosa cosa intencionada, o al menos, eso me han dicho
-¿Mark? ¿Qué
sabes que no me has contado?-Le digo con una horrible sospecha
-Samara, no
te preocupes, ¿te acuerdas que me apunté a esgrima? Bueno, pues me vieron unas
personas y…
-¿No crees
que es hora que tu hermana sepa la verdad?-dice una voz misteriosa
-¿Quién anda
ahí?-pregunto con cierto temor
-No te
preocupes, esa es Antya, es otra Espadachina- me dice Dina
-Sí, y Mark,
¿Cuándo le dirás a Samara que tú hiciste que os mudaseis para proteger a tu
familia? Aunque, por lo que veo, no has conseguido nada-dice Antya con cierto
sarcasmo
-¿Qué?-digo
enfadadísima-¿Qué acaba de decir? ¿Qué tu qué? ¿Qué has hecho que qué?
-Samara, lo
hice por nuestro bien- me dice mi hermano
-¿Por
nuestro bien o por el tuyo y el de tu estúpida agencia? ¿Acaso no sabes todo lo
que he tenido que dejar atrás? ¡Todo!
Los miro a
todos, uno por uno y les digo:
-Estáis
locos de remate, no pienso volver a hablar con vosotros, y ahora me voy para mi
casa, me da igual que Jalso o Shumo me…
-Espera-me
corta Kozy- ¿Qué sabes de Jalso y Shumo?
-¡Nada! ¡No
sé nada!, cuando alguien me apunta con una espada al cuello, no me paro a
preguntarle cosas sobre él como si fuese una de esas personas de las encuestas
para saber que estúpido pañuelo te gusta más esta temporada.
-Todos
pensamos que te había capturado para chantajear a tu hermano
-¿Chantajearlo
para qué? ¡Yo aquí no soy el conejillo de indias de todos! ¿Queda claro?
Saco el
puñal de mi pantalón y lo lanzo, me sirve el tiempo suficiente como para que
todos se distraigan lo suficiente como para que eche a correr fuera de la
cueva, vuelvo a estar en el bosque y de repente me paro en seco y me doy la
vuelta muy despacito, miro a Antya y exclamo:
-¡Tu eres la
chica misteriosa del bosque!
-¡Qué
lista!-dice con sorna
-Perdona,
pero la última vez que te vi, me echaste a patadas de un sitio que ni siquiera
sabía que no se podía estar y acabé con Jalso encima ¿vale? A sí que después no
me acordé más de ti, de una persona de la que ni siquiera sabía su nombre
-Vale, no
voy a discutir contigo, pero supongo que te mereces una explicación a todo esto
-Pues creo
que sí
-Bien-comienza
su relato Dina- hace mucho tiempo había una organización de personas que sabían
usar las espadas y demás armas blancas, se dedicaban a matar la gente por
diversión y para ver sufrir a sus familias, pero en uno de esos casos, una niña
de 5 años estaba a punto de ser asesinada por ellos, cuando apareció otra
persona y la salvó, matando a toda la gente de la organización que había
participado en esa misión, la noticia se corrió, y pronto, otras personas que
manejaban espadas y demás, empezaron a hacer lo mismo, la organización se fue
debilitando hasta que desapareció, esos espadachines obtuvieron muchos premios,
y a ese tiempo se le llama la Era de los Espadachines.
-Pero-continua
Kozy-no todo salió bien, la organización resurgió, con Shumo al mando, y ningún
de los antiguos Espadachines pudieron con él, por eso, ahora hay una agencia
que coge a niños y niñas pequeños que los han salvado y les instruyen en
esgrima.
-Pero hay
excepciones-dice Mark- yo fui una de ellas, me vieron entrenar y me propusieron
formar parte de los Espadachines, yo acepté, y por mi culpa, a ti te
encontraron y casi te matan.
-¿Y Jalso?
¿Qué pinta él en todo esto?- pregunto con curiosidad
-Él es el
ojito derecho de Shumo, nunca falla en sus misiones y es muy bueno con la
espada, antes era un gran Espadachín, pero se acabó por pasar al otro bando.
-Que
historia más conmovedora, y ahora, si no os importa, vengo a capturar a lo que
me quitasteis- dice la voz tranquila de Jalso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario