miércoles, 6 de marzo de 2013

Capitulo 13


-Y eso es lo que ha pasado- concluye Jalso su relato
Al ver que nadie dice nada más, me acerco a Mark y le subo la camiseta por detrás y compruebo horrorizada como mi hermano tiene una amplia herida todavía abierta, pero que no sangra.
-Hay madre…-me preocupo
-No es nada, casi no me duele
-¿Probamos?-sisea Jalso
No tardo en echarle una mirada asesina a la que él me responde encogiéndose de brazos y mostrándome una ligera sonrisa, no se la devuelvo y me acerco más a Mark:
-¿En serio no te duele?
-Bueno… un poco, pero muy poco, un poco tirando para mucho
-Aclárate de una vez, ¿te duele o no?
-Sí, sí que me duele, pero se me pasará
-¿Seguro?
-Que sí, he tenido heridas peores
-Joder… no entiendo porque no me has dicho nada
-¿Nada de qué?
-De que eras un Espadachín… o lo que quiera que seas
-Porque no quiero que te pase nada, ni  si quiera quería que conocieses la existencia de la agencia
-Pero, ¿por qué?
-Porque si todo esto ya es demasiado para mí, para ti lo será cien veces peor, sobre todo ahora que todos ya saben de qué lado estoy y tú no creo que quieras seguir mis mismos pasos
-No, la verdad es que no
-Por eso mismo, y ahora, ¿tú qué harás?
-¿En qué sentido?
-Pues que mamá y papá ya no están, tú no quieres estar de mi lado y si estas con la agencia, tendrás que luchar contra mi
-En eso no había… espera-me interrumpo- ¿Qué has dicho de nuestros padres?
-Que ahora no está, espera, ¿no sabías nada? Shumo mandó a Jalso a que los matase
-Jalso, ¿no se lo has dicho?-le pregunto
-Bueno… la verdad es que no
-¿Decir el qué?- se interesa Antya
-Que no los ha matado, los ha encerrado en no sé qué lugar
-En un sótano-afirma Jalso
-Pues eso
-¿En serio?-se sorprende Mark
-Sí-le responde Jalso fríamente
-Bueno, la verdad es que no me apetece mucho volver a vivir con ellos, no es que no los quiera ver- añado al ver la mirada de Dina- es solo que no creo que sea buena idea, ahora que conozco todo esto de la agencia y demás puede que se me escape algo
-Si ocurre eso no creo que pase nada- susurra mi hermano
-¿Y eso?
-Porque ellos mismos pertenecen a la agencia
-¡¿QUE?!
-Lo que acabas de oír
-Pero, ¿Cómo es posible?
-Fácil, ellos antes de que yo naciese pertenecían a la agencia, me tuvieron a mí y la abandonaron durante un tiempo para no ponerme en peligro, lo que ellos no sabían es que habían sido colocados en el punto de mira de una persona: Shumo. Y él estaba dispuesto a matarme o a mí o a nuestra madre para que no se cumpliese la profecía
-¿Qué profecía?- pregunto intrigada
-¿No te han dicho nada?
-No… bueno, si, Lume dijo algo de que era la princesa de este bosque, pero no sé si creerla
-Hazlo a medias- afirma Jalso
-Mira, es la primera vez que estoy de acuerdo con él en algo- suelta Mark
-¿Cómo que a medias?- digo con la intención de que no salte la chispa entre ellos dos
-Bien, supongo que será mejor que te lo contemos todo desde el principio
-Va a ser que si
-Bueno… igual es mejor ir a la cueva, aquí no se sabe quién puede estar espiando- esta vez es Kozy quién interviene
-Bien-se muestra de acuerdo Jalso- vamos
Nos ponemos en marcha atravesando los mismos arbustos que había traspasado yo antes. Kozy va hablando con Antya, Dina con mi hermano, y atrás del todo estamos Jalso y yo, intento no acércame demasiado a él por si se vuelve a repetir lo del bosque la vez anterior, y si eso ocurriese, tengo por seguro, que Mark matará a Jalso, aunque solo me dé un beso. Él lo debe de saber también, porque no hace ningún amago de acercarse.
Como no tengo otra cosa mejor que hacer, me pongo a pensar en todo lo que me ha ocurrido para centrarme un poco. Pienso en la mudanza, en el bosque, en la torre, en Shumo, en Jalso, en los demás, en mi hermano, en Lume, en lo de anoche…
Al darme cuenta de en que pienso me sonrojo violentamente recordando el haberme tumbado sobre Jalso, el haberle quitado despacio la camiseta, en él desabrochándome los pantalones… y en lo que vino después, una oleada de pasión me había abarcado en cuestión de segundos y sentía que ya no habría nada que me hubiese podido pararme, me había lanzado a darle un beso y él me introdujo su lengua en mi boca y jugó con la mía durante un rato, hasta que siguió más, me quitó la ropa interior y…
-¿En qué piensas?- me pregunta Mark que se ha parado para esperarme
No le puedo decir en lo que lo estaba haciendo, porque aparte de que es mi hermano y me da mucha vergüenza, hay un noventa por ciento de que luego mate a Jalso y el otro diez que le de un infarto o un paro cardíaco, por lo que le respondo cautelosamente:
-En nada… en que todo esto me parece de locos, me da la sensación de que en un momento a otro me voy a despertar de un sueño en mi cama de nuestra antigua casa, que voy a llamar a mi mejor amiga Jeannette, que le voy a contar el sueño y ella se reiría y me diría como tantas otras veces que estoy loca
-¿Lo echas de menos, verdad?
-¿El qué?
-Todo, nuestra antigua casa, tus amigos y todo
-Sí-admito- tienes razón, lo echo todo terriblemente de menos
-Yo pensé que tampoco seria para tanto
-¿Por qué dices eso?
No responde, al contrario, me coge del brazo y me obliga a parar. Cuando los demás se alejan bastante de nosotros empieza a caminar, y yo con él.
-¿No nos perderemos no?
Se ríe
-No, conozco esto bastante bien, bueno, antes me habías preguntado que porque te decía lo de que pensaba que estabas bien aquí ¿no?
-Sí
-Bien, yo me refería a Jalso
Me quedo helada, y por un momento pienso que Mark se ha enterado de todo, pero mis sospechas se desvanecen cuando me pregunta:
-¿Por qué te has besado con él?
-Bueno… pues…
-Sin mentiras, Samara- me interrumpe
-Bueno… es que me gusta realmente
-¿Pero cómo te va a gustar si no lo conoces ni si quiera de hace una semana?
-No lo sé, Mark, creo que fue algo así como fugaz. Por lo menos reconoce que está bueno
-SI, la verdad es que no está mal para nada, pero él solo te quiere utilizar, ¿te ha contado lo de Lume?
-Sí, me lo ha contado
-¿Y cortarías con él no?
-Sí
-¡Bien!- se alegra
-Pero…
-O no, no, no, no, ¿y ese pero?
-He vuelto con él, ayer
-Dios, ¿Qué te hace creer que tú a él le gustas?
-¡Pues por todo lo que me dijo ayer por la noche en el techo de la cueva!
En cuanto digo eso, me quedo congelada en el sitio dándome cuenta de que me acabo de descubrir yo misma. Me alejo un poco de Mark, se que resulta estúpido, pero tengo miedo de que me pegue allí mismo
-¿Qué acabas de decir?- me pregunta con voz gélida y clavando sus ojos en los míos
-Nada…
Me coge por la muñeca y su rostro se torna de una forma que me produce terror, sus ojos ya no son los verdes que tanto me gustaban, ahora parecen negros, tiene el cejo fruncido de tal forma que me da ganas de gritar pidiendo ayuda, pero no me da tiempo, porque se me pega a mi cuerpo y me susurra:
-He dicho que qué has dicho
-Que me dijo que me quería
-¿Y qué más?- exige
-Nada
Saca su espada de la vaina, me la pone en el cuello y siento su hoja fría y afilada reposando sobre él.
-Cuéntame que más pasó- dice pausadamente
-He dicho que nada- repito con los ojos llorosos
-¡QUE ME LO CUENTES!
-¡Tuvimos sexo!- grito yo también porque la espada se ha clavado ligeramente en mi cuello
En ese momento, Mark afloja la espada de golpe y siento la sangre correr por mi cuello, me mira alejándose y susurra:
-Dime que no es verdad
-Lo siento Mark, pero es verdad- confirmo separándome de él todo lo que puedo
Se me queda mirando unos segundos que se me hacen eternos, y se separa mas de mí, sigue con la espada desenvainada, y no me doy cuenta de lo que va ha hacer hasta que hecha a correr en dirección a los demás
-¡NO!- grito desesperada
Pero es demasiado tarde, él ya está yendo hacia Jalso, por lo que no dudo en correr detrás de él. Yo siempre fui más rápida que él, y no me cuesta alcanzarlo, me tiro como una salvaje encima de él y consigo tumbarlo en el suelo, sin embargo, es mucho más fuerte que yo, y no tarda en desembarazarse de mí y seguir corriendo.
Yo entre que me levanto y todo, cuando lo alcanzo, ya está luchando con Jalso. Él que no entiende nada, solo esquiva sus golpes con una velocidad increíble, mientras que los demás lo deben de estar alucinando por las caras que tienen.
Pienso que Mark no será capaz de hacerle nada, sin embargo, me equivoco, uno de los golpes se lo dirigió a la derecha, pero cuando estaba a casi un centímetro de él, con un movimiento rápido de muñeca apunta a la izquierda, Jalso lo para casi cuando le roza la hoja, pero se tambalea, momento que mi hermano aprovecha para tirarse encima de él y derribarlo. Levanta la espada, coge aire, y la deja caer.
-¡NOOOO!- grito
Reacciono antes incluso de pensar que voy a hacer, me tiro sobre Mark, le quito la espada cuando la está dejando caer, y, sin ser consciente de lo que hago, se la clavo sobre la espalda, él abre mucho los ojos y se desploma sobre Jalso, él se aparta y lo tumba boca arriba de inmediato, todavía está vivo, su pecho sube y baja lentamente y tiene los ojos entreabiertos, coge aire muy despacio y su voz apenas es eludible cuando dice mirándome:
-Sí que estás enamorada de él, tan enamorada que has sido capaz de matar a tu propio hermano por él
-Pero no estás…- empiezo
No me da tiempo a acabar la frase, cierra lentamente los ojos y deja de respirar, lo pongo sobre mi regazo llorando, pero es demasiado tarde, su vida se escapa entre mis manos y yo soy la responsable de ello.

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