miércoles, 6 de marzo de 2013

Capitulo 8


Me duele la cabeza, me intento incorporar, pero mis piernas y brazos no responden, por lo que me dispongo a abrir los ojos cuando me doy cuenta de que alguien me puede estar mirando, por lo que solo los entreabro un poco, lo justo para ver lo que tengo a mi alrededor, que resulta ser Jalso mirándome con preocupación, intento que no se entere que me he despertado, porque casi no me puedo mover y no quiero que me vea tan débil como estoy, por lo que cierro los ojos del todo con rapidez. Pasa un rato, y los abro muy despacio, y veo que Jalso ahora no me está mirando, pero en cuanto los abro del todo se gira y me sonríe, vale, muy listo, me ha pillado, yo también le sonrío y le pregunto a su vez:
-¿Dónde estamos?
-Míralo tú misma, es difícil de decir
Me intento incorporar, pero me cuesta bastante, por lo que él me ayuda, y en ese instante desearía que no lo hubiera hecho: tengo ante mí un panorama horrible, para empezar, estoy, bueno, estamos en una jaula, y alrededor hay gente o muerta o a punto de morirse, esto me recuerda a la jaula en la que estaba antes de que conociese a Kozy y a Dina, y así se lo manifiesto.
-Sí, es ese mismo sitio, pero en este caso, son las jaulas del fondo del todo, donde dejan a la gente que se muera por ahí- me contesta muy serio
-Y… ¿Qué pasó desde que me desmayé?
-Pues… no mucho, todos vinieron a por nosotros y te capturaron a ti, y yo te fui a ayudar cuando a mí también me cogieron.
´´Que mono``-pienso, pero enseguida me acuerdo de todo lo que Lume dijo, y mi corazón se rompe en mil añicos, no sé porque la creo, pero algo me dice que lo haga, ¿y ahora? ¿Que se supone que tengo que hacer?
-¿Por qué te has puesto tan seria?- me pregunta sobresaltándome
-¿Qué? A eso… es que… nada, nada, cosas mías
-¿Es por lo de Lume, verdad?
-Bueno, yo…
-Mira, te voy a contar la verdad, y si te enfadas, lo entenderé, porque si a mí me lo hacen me pasaría
Un escalofrío recorre mi cuerpo cuando Jalso pronuncia esas palabras, no sé si quiero o estoy preparada para conocer la verdad, pero me vuelvo valiente y me dispongo a escuchar lo que me tiene que contar, no antes sin mirarle a los ojos tímidamente.
-Vale, antes de conocer a Lume, yo era un soltero, no me interesaba tener novia y ni si quiera había sentido amor verdadero por alguien, nunca me había gustado una chica y nunca le había pedido salir a una, pero ellas a mi si, muchas chicas, de una forma u otra me pedían salir con ellas, yo les decía a todas una por una que no, pero entonces llegó Lume, que como muchas otras, me pidió salir, yo le dije que no, pero ella no hizo como las demás que se marchaban a casa llorando, ella me miró desafiante a los ojos, y, sin que yo lo contara, se inclinó hacia mí y me besó, no fue muy largo, cuatro o cinco segundos, pero los suficientes para que yo decidiese hacer una cosa con ella: jugar con ella, fingir que la quería un día, y al otro pasar de ella. La veía sufrir, y cuanto peor lo pasaba ella más me divertía yo, llegué al punto de que llorase todos los días por mí hasta que un día me dejó, sus palabras textuales fueron: No merece la pena sufrir por un cabrón como tú, y entonces fue cuando me di cuenta, que me había enamorado de verdad de esa chica, no podía parar de pensar en ella, y esta vez, ella era la que jugaba conmigo, lo pasé muy mal, hasta que pasó aquello…
El silencio reina en toda la sala menos por los gemidos de dolor de algunas personas, yo no sé qué hacer, si decirle que siga o no, si besarle por ser tan sincero, o darle una bofetada, pero todavía no me he enfadado mucho, por lo que supongo que lo que viene ahora será mucho peor, por lo que me armo de valor y le pregunto:
-¿Y qué pasó?
-¿En serio quieres que siga?
Dudo un poco antes de contestarle, pero finalmente lo hago:
-Si
-Bien, pues… Lume siguió jugando conmigo hasta que una de las veces que me besó fue distinta, no fue un beso normal, fue un muy intenso, como si me quisiese decir algo, es decir, que ella también se había enamorado de mí de verdad. Empezamos a salir como novios oficialmente y entonces Shumo me encargó que acabase contigo, y para ello a mí se me ocurrió un gran plan: Que creyeses que estaba enamorado de ti, pero cuando te cogieron sentí que me había enamorado de ti de verdad y por esa misma razón te pido que…
-Para, ya he oído suficiente- le corto con lagrimas en los ojos
-Pero Samara, deja que me…
-No, deja que yo te diga esto: No quiero que me vuelvas a hablar en toda tu vida, ¿vale?
-Pero…
-No hay peros que valgan, no me vuelvas a dirigir la palabra, y, ahora, si no te importa, deja de mentir respecto a lo de que estamos capturados y abre la puerta
Jalso se levanta y se acerca a la entrada de la celda, agarra dos barrotes con fuerza y tira de ellos. La puerta se abre silenciosamente y me deja pasar, salgo con cara de pocos amigos y empiezo a caminar por el pasillo que hay entre las celdas que están a ambos lados de él y con paso seguro, me dirijo a la otra puerta que hay para salir de este lugar de pesadilla, pero justo cuando voy a abrirla, alguien se me adelanta. Me espero a Shumo, sin embargo, y para mi mayor sorpresa, me encuentro a Mark, mi alegría es inmensa, y no dudo en contarle lo ocurrido:
-¡Mark! Tenias razón, te tenía que haber hecho caso, Jalso no estaba enamorado de mi, era un patraña para matarme y…
-Tranquila, Samara, tranquilízate-me consuela- tienes razón, me tendrías que haber hecho caso, y ahora mismo nos vamos a ir los dos junto con Kozy, que te tiene que decir algo y yo te voy a acompañar por si acaso
-Vale- le concedo- pero… ¿y los demás?
-Con él
-Entonces, ¿por qué me dijiste solo con Kozy?
-Y yo que sé- me contesta de malas maneras
-Bueno, no hace falta que te pongas así
-¡Pues vámonos!- me grita con el ceño fruncido
-¿Pero a ti que te pasa?- le suelto
-A mi no, a ti
-¿A mí?, no creo
-Pues  que te den, pero ahora te vienes conmigo
-¿Se puede saber qué coño te pasa?
-Nada
-¿Cómo que no? ¿Tienes algún problema?
-Sí, el problema eres tú
-¿Pero qué te pasa, tu eres tonto o qué?
-¿Quieres dejar de preguntarme lo mismo una y otra vez? Vámonos antes de que…
-¿Qué pasa?- interrumpe Jalso que acaba de salir de entre las sombras
-Mierda…- susurra Mark- nada, que voy a llevar a Samara con Kozy, y tú ya te puedes ir perdiendo
-No voy a dejar que la lleves
-No solo no quiero que no me hables más, también que no te metas en mi vida- le digo tranquilamente pero a la vez desafiante
-Samara, es por tu bien, igual te interesa saber que tu hermano… 
-Déjala idiota, se va a venir conmigo- le interrumpe Mark
-No-le respondo
-¿Cómo que no?
-Pues no, estoy hasta las narices que penséis lo que es mejor para mi, y por eso me voy a ir yo sola a buscar a Kozy
-Pero… ¿tú sabes donde esta?-me pregunta mi hermano
-Como si fuese tonta, está en la cueva del bosque
-¿Y cómo es que lo sabes?
-Me lo acabas de decir ahora
-¿Qué, era una afirmación trampa?
-Ahí le has dado, y, ahora, si no os importa, me voy
Y dicho esto, salgo por la puerta muy tranquila, no antes sin echar una última mirada a Jalso y preguntarme si mi decisión con él no habría sido muy precipitada.

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